Amado Dios,
Hoy, en este precioso día que amanece, quiero tomarme un instante para estar en tu presencia. No vengo a pedirte nada en particular, sino a expresarte mi profunda gratitud por todas las maravillosas bendiciones que Tú me das cada día.
AMADO DIOS, hoy quiero tomar un instante para dirigirme a Ti, pero esta vez no será para pedirte algo, sino para agradecerte por tantas cosas maravillosas que Tú me das. Qué hermoso es caminar en tu compañía
Qué hermoso es caminar en tu compañía, Dios amado. En este momento de silencio y reflexión, quiero agradecerte por el regalo de la vida, por la salud que me permites disfrutar, por el hogar que me cobija y por la comida que nutre mi cuerpo.
Agradezco por mi familia y amigos, por el amor que me rodea y por la oportunidad de crecer y aprender cada día. Tú, Amado Dios, eres la fuente de todas estas bendiciones, y en tu generosidad infinita encuentro motivo de gratitud constante.
En medio de la rutina y las ocupaciones diarias, a menudo olvidamos detenernos y dar gracias por todo lo que tenemos. Hoy, en este momento de sencillez, quiero recordar la importancia de la gratitud y la alegría que proviene de reconocer tus dones en mi vida.
Amado Dios, en esta oración de agradecimiento, te pido que me ayudes a ser una persona más consciente de tus bendiciones y a vivir con un corazón lleno de gratitud en todo momento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.