En la mañana radiante del lunes 14 de agosto, se nos insta a abrazar con firmeza la virtud de la fe. En esta jornada fresca y llena de posibilidades, recordemos con gratitud que DIOS, el guardián de nuestros destinos, es consciente de cada capítulo de nuestra vida: conoce nuestros sueños más íntimos, entiende las batallas que librarnos y comprende cada suspiro de nuestro ser. Mientras nos sumergimos en esta nueva semana, podemos confiar en que su presencia nos acompañará en cada paso que demos. Así, en su infinita sabiduría, abrirá senderos donde antes solo veíamos obstáculos, y nos colmará con una bendición tan magnífica que superará con creces todas las súplicas que hayamos expresado.
Es como si en este lunes trascendental, la luz divina iluminara nuestras perspectivas y renovara nuestra esperanza. A medida que los días se desplieguen ante nosotros, podremos recordar que nuestras batallas no son enfrentadas en soledad. En cada desafío, en cada dificultad, estamos sostenidos por el amor y el poder del Creador. Cada paso que demos, cada decisión que tomemos, será acompañado por su guía. Siendo conscientes de esta asombrosa verdad, podemos enfrentar los desafíos con valentía y humildad, sabiendo que la ayuda divina está siempre a nuestro alcance.
Así que, en esta semana que comienza, abramos nuestros corazones a la posibilidad de lo extraordinario. Dejemos atrás las dudas y los miedos, y abracemos la certeza de que las bendiciones que DIOS tiene reservadas para nosotros superarán nuestras más audaces peticiones. Que en cada paso que demos, podamos sentir su presencia y su amor. Que en cada logro y en cada dificultad, recordemos que somos acompañados por una fuerza que supera toda comprensión, una fuerza que nos llevará hacia adelante con gracia y propósito.