Querido Dios, en este día 31 de diciembre, quiero tomar un momento para agradecerte por un año más de vida. Cada día que me has regalado ha sido una oportunidad para aprender, crecer y disfrutar de las bendiciones que me rodean. Te agradezco por la salud, el amor de mi familia y amigos, y por cada experiencia que me ha hecho más fuerte y sabio.
A lo largo de este año, he enfrentado desafíos y alegrías, y en cada uno de esos momentos he sentido tu presencia y tu apoyo. Gracias por ser mi guía en los momentos difíciles y por celebrar conmigo en los momentos de felicidad. Tu amor incondicional me ha dado la fuerza para seguir adelante y la esperanza para enfrentar el futuro con confianza.
Al cerrar este año y abrir las puertas a uno nuevo, te pido que continúes iluminando mi camino. Que cada día esté lleno de gratitud y que pueda compartir tus bendiciones con los demás. Te agradezco, Señor, por este regalo de la vida y por todo lo que está por venir. Amén.