Amado Dios,
Hoy, al despertar y contemplar la luz de este nuevo día que nos regalas, quiero dirigirme a ti con un corazón sencillo y agradecido. Te agradecemos por este día más de vida que nos concedes, por la oportunidad de respirar y experimentar las bendiciones de tu amor.
En este martes que comienza, te pedimos, Padre celestial, que cuides de nosotros y de nuestra familia. Reconocemos que en tu amor y tu cuidado encontramos refugio y protección. Depositamos nuestra confianza en ti, sabiendo que eres nuestra fortaleza en medio de las adversidades.
Te pedimos que tu luz ilumine nuestro camino, que tu guía divina nos conduzca por senderos de paz y prosperidad. Concede, por favor, tu protección en cada paso que damos, para que podamos enfrentar los desafíos de este día con valentía y confianza.
Derrama sobre nosotros tu sabiduría, para que podamos tomar decisiones acertadas y actuar con discernimiento en cada situación que se presente. Que tu voz suave y sabia sea nuestro consejero en momentos de duda.
Amado Dios, en esta sencilla oración, te confiamos nuestras vidas y la de nuestra familia. Sabemos que en ti encontramos todo lo que necesitamos para vivir de acuerdo con tu voluntad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, elevamos esta humilde plegaria. Amén.