Amado Dios,
Hoy, ante ti, quiero expresar mi gratitud profunda por este nuevo día que me has regalado. En medio de las luces y sombras que la vida me presenta, quiero reconocer que Tú estás siempre a mi lado, brindándome tu amor y tu protección.
No te pido, Señor, que retires todos los obstáculos de mi camino, porque sé que son parte de mi aprendizaje y crecimiento. En lugar de ello, te ruego que me des la fuerza necesaria para enfrentarlos con valentía y la sabiduría para tomar las decisiones correctas.
En momentos de duda y desafío, encuentro consuelo en la certeza de que Tú estás conmigo, guiándome y sosteniéndome. Si Tú estás a mi lado, ¿quién podría estar en mi contra?
En este día, te pido también por aquellos que necesitan tu ayuda y consuelo. Que tu amor y tu luz lleguen a sus vidas, brindándoles esperanza y paz en medio de las dificultades.
Gracias, Señor, por cada día que me concedes, por las bendiciones que recibimos y por tu amor inquebrantable. Ayúdame a vivir con gratitud, amor y compasión hacia los demás, siguiendo el ejemplo de tu Hijo Jesucristo.
Amén.