Querido Dios,
Hoy me detengo un momento para agradecerte por este nuevo día de vida que me has dado. No importa lo que depare este día, sé que Tú estás conmigo en cada instante, dándome la fuerza que necesito, fortaleciendo mi fe, infundiendo coraje en mi corazón y guiándome con tu sabiduría.
Te pido, Señor, que en cada paso que dé, en cada desafío que enfrente, sienta tu presencia a mi lado. Permíteme sentir tu paz que supera cualquier comprensión y tu amor que ilumina mi camino.
Hoy, también quiero extender mi oración a mi familia y a todos aquellos que amo. Bendícelos, Dios, con tu protección y guía. Que tu paz y tu amor los acompañen en cada paso que den, en cada lugar al que vayan.
Gracias, Señor, por regalarme un día más de vida, por tus innumerables bendiciones y por tu amor constante. Ayúdame a ser un instrumento de tu amor y compasión hacia los demás, siguiendo el ejemplo de tu Hijo Jesucristo.
En tu nombre, oro y confío, Amén.