Amado Dios,
En este miércoles, vengo ante Ti con un corazón agradecido por este nuevo día de vida que nos concedes. No necesito palabras rebuscadas para expresar lo que siento, solo deseo decir gracias por esta oportunidad de despertar y vivir en Tu gracia.
Hoy, te pido que camines por mi casa, que tu presencia inunde cada rincón y que, con tu gracia divina, te lleves todas mis preocupaciones. Sabes cuánto peso llevamos en nuestros corazones, y confío en que Tú puedes aliviar esas cargas. Te entrego mis inquietudes y temores, y te pido que las transformes en paz y confianza.
Padre celestial, encomiendo a tu cuidado y protección a mi familia. Vigila sobre nosotros, mantén nuestras vidas a salvo de cualquier enfermedad o aflicción. Si alguno de nosotros está enfermo, te pedimos tu sanación y tu alivio. Llena nuestras vidas de salud y bienestar.
Bendice a mis amigos, Señor. Te agradezco por las relaciones que has tejido en mi vida, por los lazos de amistad que me han sostenido en momentos de alegría y tristeza. Te pido que los protejas, que los guíes y que les concedas felicidad y prosperidad en sus vidas.
En tu divina sabiduría, líbranos siempre de todo mal y peligro. Aleja al enemigo malvado, mantén nuestros caminos seguros y nuestro hogar resguardado. Sabemos que con tu amor y protección, encontramos refugio en medio de las tormentas de la vida.
En este miércoles, y en todos los días por venir, te pido que tu bendición esté sobre nosotros. Guíanos por el sendero de la bondad y la verdad, y permite que vivamos en armonía, amor y alegría.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.