Amado Dios,
Hoy, en este nuevo día que se abre ante mí, me acerco a Ti con un corazón lleno de gratitud. No vengo a pedirte nada en particular, sino a expresarte mi agradecimiento por un día más de vida y por todas las bendiciones que Tú derramas sobre mí y mi hogar.
Te pido, Amado Dios, que bendigas mi hogar en este día. Que tu presencia llene cada rincón, que tu paz reine en cada habitación y que tu amor sea el lazo que une a mi familia. Sabemos que en tu bendición encontramos refugio y alegría.
Bendice, también, los alimentos que compartiremos en nuestra mesa. Convierte cada bocado en un regalo de salud y nutrición para nuestro cuerpo. Agradecemos por el pan de cada día y por la abundancia que nos concedes.
Bendice mis actividades y mis destinos en este día, Amado Dios. Guía mis pasos por caminos de bondad y propósito. Te entrego mis entradas y mis salidas, sabiendo que en tu protección constante encuentro seguridad.
Te amo, Dios amado, y confío en tus planes para mi vida. Pongo mi vida y la vida de mi familia en tus manos, reconociendo que en tu amor inquebrantable hallamos paz y dirección.
Encomendamos este día a tu cuidado, confiando en que en tu gracia y amor encontraremos fuerza para enfrentar los desafíos y gratitud por las bendiciones que nos rodean.
Dios amado, en esta sencilla oración, te pedimos que sigas siendo nuestro refugio seguro y que bendigas nuestro hogar, nuestra comida, nuestras actividades y nuestras vidas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.