Saltar al contenido

Oración de hoy viernes 25 de agosto.

Amado y bondadoso Dios, en este día que nace como un nuevo viernes, elevo mi voz hacia ti con humildad y gratitud. En la calidez de esta jornada que despierta ante mí, te pido con un corazón lleno de esperanza que extiendas tu cuidado sobre mis pasos. Te ruego que me guíes en cada elección que haga, en cada paso que dé, para que mi camino esté iluminado por tu sabiduría divina y tu amor eterno.

En este rincón del tiempo, mientras el sol pinta el cielo con tonos de luz y sombra, también te pido, Padre celestial, que extiendas tus manos de bendición sobre mi familia y todos aquellos que son preciosos para mí. En cada latido de mi corazón, siento el lazo que nos une, y en cada oración, en cada pensamiento, te ruego que los rodees con tu amor infinito. Que tu presencia sea una constante en nuestro hogar, un faro que ilumina las noches oscuras y llena los días con tu gracia.

En medio de los giros y vueltas de la vida, te imploro, Dios lleno de compasión, que nos asistas para superar cualquier prueba que se interponga en nuestro camino. Cada desafío es una oportunidad de crecimiento y fortaleza, y confío en que, con tu guía, podemos vencer cualquier dificultad que enfrentemos. Confiando en tu amor inquebrantable, enfrentamos el día con valentía y determinación.

Con humildad, reconozco que no siempre comprendemos los caminos que traza la vida, pero confío en que tú tienes un propósito más alto para cada experiencia que vivimos. Confiando en tu sabiduría divina, abrazamos cada momento, incluso cuando parece oscuro o confuso. Te pido, querido Dios, que nos des la paciencia y la perseverancia para atravesar los desafíos con fe, sabiendo que siempre estás a nuestro lado.

En este viernes que se despliega como una página en blanco, te agradezco por la oportunidad de vivir, amar y aprender. Que este día sea un reflejo de tu amor en acción, a medida que compartimos sonrisas, superamos obstáculos y extendemos una mano amiga a quienes nos rodean. En cada palabra que pronunciemos, en cada acto de bondad, que tu amor fluya a través de nosotros, iluminando el mundo a nuestro alrededor.

En el nombre de tu amado Hijo, Jesucristo, elevo esta oración con gratitud y esperanza. Que tus oídos atiendan mis palabras y que mi corazón encuentre tranquilidad en tu amor constante. Encomiendo este día y todo lo que trae consigo a tu cuidado amoroso. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Facebook Comments Box