Es viernes, y mientras tú dormías, Dios preparó este nuevo día para ti.
En este momento, con sencillez y agradecimiento, nos acercamos a Ti, Dios amado. Reconocemos que cada día que amanece es un regalo de tu amor, y te agradecemos por la vida que nos brindas.
Vivir este viernes con alegría y entusiasmo es un regalo que solo Tú puedes dar. Sabemos que Tú, Señor, guiarás cada uno de nuestros pasos en esta jornada. Confiamos en que tu amor y tu presencia estarán presentes en cada momento que vivamos.
Permítenos encontrar paz en medio de cualquier agitación, milagros en medio de las dificultades y bendiciones en cada encuentro. Reconocemos que en tu gracia y amor encontramos consuelo y propósito.
Encomendamos este viernes a tu cuidado, sabiendo que en tu dirección divina encontraremos oportunidades para crecer, aprender y ser una bendición para los demás.
Dios amado, en esta humilde oración, te agradecemos por el regalo de este día y te pedimos que nos guíes con tu amor y sabiduría.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.