Gratitud por la vida:
Amado Padre Celestial, en este nuevo día domingo me presento ante ti con un corazón rebosante de agradecimiento por el regalo más preciado: la vida. Te doy gracias por el milagro de existir, por la oportunidad de experimentar el amor, la alegría y la belleza del mundo que me rodea.
Agradezco por cada momento que me has regalado, por las experiencias vividas, por las lecciones aprendidas y por las personas que han marcado mi camino. Gracias por los sueños que me motivan, por las metas que me inspiran y por la esperanza que me impulsa a seguir adelante.
Reconozco con humildad la bendición de estar vivo. Que este día sea una oportunidad para celebrar la vida, para amar al prójimo y para servirte con alegría.
Te presento mis necesidades y preocupaciones, confiando plenamente en tu infinita misericordia. Sé que tú tienes el control de todo y que siempre estás dispuesto a escuchar mis oraciones.
Gracias por este nuevo día, por la oportunidad de empezar de nuevo y por la vida que me regalas. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.
Oración final:
Padre Celestial, te doy gracias por esta semana llena de bendiciones. Te pido que me ayudes a vivir cada día con un corazón agradecido, renovado, fuerte, lleno de fe, esperanza y amor. Que tu paz reine en mi corazón y en el mundo entero. Amén.