AMADO DIOS, permite que hoy la tierra se colme de tu amor y tu bondad. Por favor, derrama tu misericordia sobre el mundo y ayúdanos a vivir en paz, felicidad, bienestar y armonía, amén.
Que en cada rincón de este vasto planeta, tu amor infinito se haga presente, tocando los corazones de todos los seres humanos, llenándolos de compasión, entendimiento y empatía. En un mundo donde la discordia y la violencia a menudo parecen prevalecer, te pedimos que envuelvas a cada persona con tu bondad y que esa bondad se refleje en sus acciones y decisiones diarias.
Te rogamos que tu misericordia fluya como un río caudaloso, trayendo consigo la sanación y el perdón necesarios para reparar las heridas y los rencores que nos separan. Que tu luz divina ilumine nuestros caminos, guiándonos hacia una coexistencia basada en el respeto y la comprensión mutua.
Permite que la paz reine en nuestras mentes y corazones, disipando el miedo, la ansiedad y la tristeza, reemplazándolos con serenidad, alegría y esperanza. Que en cada hogar, en cada comunidad, se establezcan la felicidad y el bienestar, y que todos puedan disfrutar de una vida plena y armoniosa, libre de carencias y conflictos.
Ayúdanos a ser instrumentos de tu amor y bondad, trabajando incansablemente por un mundo mejor, donde la justicia y la equidad prevalezcan, y donde cada ser vivo pueda prosperar y alcanzar su máximo potencial. Que nuestras acciones reflejen tu misericordia y contribuyan a la creación de una sociedad más justa y compasiva.
En esta petición, nos unimos como hermanos y hermanas, reconociendo nuestra interconexión y nuestra responsabilidad compartida de cuidar y proteger esta tierra que nos has dado. Te damos gracias por tu amor incondicional y por las bendiciones que derramas sobre nosotros día a día.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.