AMADO DIOS, gracias por regalarme un nuevo día de vida. Te pido que en este sábado me bendigas, me protejas y guíes mis pasos por sendas de paz, felicidad, prosperidad y bienestar, amén.
Al abrir los ojos a la luz de este nuevo día, mi corazón se llena de gratitud por el precioso regalo de la vida que me has otorgado una vez más. Cada nuevo amanecer es una oportunidad para crecer, para aprender y para acercarme más a Ti, disfrutando de todas las maravillas que has puesto en mi camino.
Te pido, amado Dios, que este sábado sea un día lleno de tus bendiciones. Derrama sobre mí tu amor y tu gracia, para que pueda sentir tu presencia en cada momento y en cada lugar. Que tu protección me rodee como un escudo, manteniéndome a salvo de cualquier mal y guiándome con tu luz divina.
Guía mis pasos por sendas de paz, permitiéndome encontrar serenidad y tranquilidad en cada acción y en cada decisión. Que tu paz llene mi corazón y mi mente, disipando cualquier inquietud o ansiedad, y permitiéndome disfrutar plenamente de este día.
Concédeme felicidad, amado Dios, en todas sus formas. Que la alegría me acompañe en cada instante, llenando mi vida de momentos especiales y de sonrisas compartidas. Que pueda encontrar felicidad en las pequeñas cosas y en los grandes logros, y que mi alegría sea un reflejo de tu amor infinito.
Te pido también prosperidad y bienestar. Que este día sea fructífero y productivo, y que en todas mis actividades pueda ver los frutos de mi esfuerzo y dedicación. Que me des la sabiduría para tomar decisiones acertadas y la fuerza para perseverar en mis objetivos, confiando siempre en tu guía y tu apoyo.
En este sábado, y en todos los días por venir, te pido que sigas siendo mi guía y mi protector. Que tu amor me envuelva, tu luz me guíe y tu sabiduría me inspire en cada paso que doy. Agradezco de antemano todas las bendiciones que sé que derramarás sobre mí, y te pido que siempre camines a mi lado.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.