Amado Dios, en este momento de gratitud, quiero expresarte mi profundo agradecimiento por tu presencia constante durante todo el mes. He sentido tus manos abriendo caminos, tu voz dándome sabiduría, y tu amor brindándome la fuerza y la fe necesarias para salir adelante en medio de los desafíos.
Ahora, al comenzar el nuevo mes, te pido que continúes a mi lado, siendo mi guía en cada paso que doy. Sé mi esperanza en medio de las dificultades y mi refugio seguro en los momentos de incertidumbre. Que tu luz divina ilumine mi camino, mostrándome las oportunidades que has preparado para mí y dándome la sabiduría para tomar decisiones acertadas.
Gracias por tu fidelidad y amor incondicional. Confío en que este nuevo mes será un tiempo de crecimiento espiritual, de bendiciones y de nuevas oportunidades bajo tu cuidado amoroso. Amén.