
Dios misericordioso, en esta noche serena me presento ante Ti con un corazón rebosante de gratitud y humildad. Deseo que siempre seas el principio y el fin de mis días y mis noches, la luz que ilumine mi camino y la guía que dirija mis pasos.
Gracias, amado Padre, por concederme la tranquilidad durante este día, permitiéndome afrontar cada situación con serenidad y sin entregarme a la queja. Reconozco que es tu amor y tu presencia en mi vida lo que me brinda esa paz interior que tanto anhelo.
Agradezco, Señor, por cada instante en el que me has mostrado lo mejor de Ti, por recordarme que me amas a través de los gestos de amor y cercanía de las personas que me rodean. Cada sonrisa compartida, cada gesto amable, sé que proviene de tu divina inspiración, sanando y fortaleciendo mi corazón.
En esta noche de gratitud, te pido que sigas regalándome fuerza y valentía para enfrentar los desafíos que la vida me presente. Fortalece mi espíritu y revísteme con la armadura de tu amor para que, en tu poderoso nombre, pueda vencer cualquier obstáculo y superar mis miedos.
Gracias, Señor, por cada lección aprendida en este día, por las oportunidades de crecimiento y mejora que me has brindado. Te ruego que me concedas un descanso reparador y en paz, para que al despertar, renueve mis fuerzas y salga con renovado vigor a enfrentar el día de mañana.
Dios mío, quiero que siempre seas mi primer y último pensamiento en mis días y noches. Gracias por darme tranquilidad durante este día para poder vivir cada situación sin darle tanto espacio a la queja. Gracias por darme siempre la mejor parte de Ti, por recordarme que me amas en los gestos de amor de las personas que tengo cerca. Gracias por las sonrisas que he compartido hoy, por lo que mejoró mi humor, sé que cada una de esas acciones vinieron de parte tuya para sanar un poco más mi corazón. Te pido que me sigas regalando fuerza y valentía para hacerle frente a la vida. Gracias por este día, por cada lección aprendida. Regálame un descanso en paz para poder renovar las fuerzas y salir a vencer mis miedos en el día de mañana.
En el nombre poderoso de Jesús, te presento esta oración, confiando en que escucharás mis súplicas y bendiciones. Amén.
