Amado Dios, al comenzar este nuevo viernes me acerco a Ti con humildad y confianza, entregándote mis ilusiones, mis luchas y mis necesidades. Reconozco que Tú conoces lo que es mejor para mi vida y confío plenamente en tus planes perfectos para mí.
Permíteme, Señor, aceptar con humildad y gratitud todo lo que tengas preparado para mí en este día y en el futuro. Que mi corazón esté siempre dispuesto a seguir tu voluntad, sabiendo que en ella encuentro paz, fortaleza y dirección.
Guía mis pasos, oh Dios, y ayúdame a tomar decisiones que estén alineadas con tu amor y tu verdad. Que mis acciones reflejen tu luz y tu bondad hacia los demás, siendo un canal de tu amor en este mundo.
Gracias por tu amor incondicional y por escuchar mis plegarias. Que tu voluntad se haga siempre en mi vida. Amén.