AMADO DIOS, en tus divinas manos pongo esta nueva semana que empieza. Por favor bendice mi hogar y a mi familia para que nunca nos falte salud, amor, paz, tu luz y tu compañía, amén.
Con humildad y fe, me dirijo a ti al inicio de esta semana, confiando plenamente en tu poder y tu misericordia. Te entrego cada día de esta nueva semana, pidiéndote que nos guíes y nos protejas en todo momento, llenándonos de tu gracia y tu amor.
Te ruego que bendigas mi hogar, Señor. Que nuestras paredes resuenen con risas y conversaciones llenas de amor y comprensión. Que nuestra casa sea un refugio de paz y seguridad, donde cada miembro de la familia sienta tu presencia cercana y reconfortante. Que en cada rincón de nuestro hogar se manifieste tu bondad y tu protección.
Bendice a mi familia, amado Dios. Concédenos la salud necesaria para vivir plenamente y cumplir con nuestras responsabilidades. Que nuestros cuerpos estén fuertes y nuestros espíritus llenos de vigor, permitiéndonos enfrentar los desafíos de la vida con coraje y esperanza. Protege a cada uno de nosotros de cualquier enfermedad o peligro, y bríndanos la energía y el bienestar para disfrutar de cada momento.
Te pido también que nunca nos falte el amor, ese vínculo sagrado que nos une y nos fortalece. Que en cada gesto, en cada palabra y en cada acción, podamos reflejar tu amor incondicional. Ayúdanos a ser pacientes, comprensivos y generosos unos con otros, cultivando un ambiente de cariño y apoyo mutuo.
Que tu paz reine en nuestros corazones y en nuestro hogar. Que cualquier conflicto o tensión sea disuelto por tu amor y tu sabiduría, y que podamos vivir en armonía, disfrutando de la tranquilidad y la serenidad que solo tú puedes otorgar.
Ilumina nuestros caminos con tu luz divina, guiándonos en cada decisión y en cada paso que demos. Que tu luz nos muestre el camino correcto y nos proteja de caer en la oscuridad de la incertidumbre y el miedo. Que siempre sigamos tus enseñanzas y vivamos de acuerdo a tu voluntad.
Finalmente, te pido que tu compañía nunca nos falte. Que en cada momento de esta semana y de nuestras vidas, podamos sentir tu presencia cercana y amorosa. Que tu protección nos rodee y que tu amor nos sustente, brindándonos la confianza y la esperanza para seguir adelante.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.