Amado Dios, yo no te pido que quites los obstáculos de mi vida; yo solo te pido que me des fuerza y sabiduría para poder superarlos, pues si Tú estás conmigo, entonces, ¿Quién contra mí? Tú eres mi Roca, mi Refugio y mi Salvación, y contigo a mi lado, no hay nada que no pueda enfrentar.
En momentos de debilidad y duda, recuerdo Tus promesas y Tu fidelidad, y eso me da la valentía para seguir adelante. Tú has prometido que no me dejarás ni me abandonarás, y eso es mi esperanza y mi consuelo.
Hoy, te pido que me llenes de Tu Espíritu, para que pueda enfrentar los desafíos con valor y determinación. Ayúdame a confiar en Ti y en mí mismo, para que pueda superar cualquier obstáculo que se presente en mi camino.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.