Querido Dios, al comenzar este nuevo día, te doy gracias por el regalo de la vida y por la oportunidad de experimentar tu amor incondicional. Hoy, Señor, te pido sabiduría para tomar decisiones acertadas, paciencia para aceptar lo que no puedo cambiar y fortaleza para enfrentar los desafíos que puedan surgir en mi camino.
Que tu luz disipe cualquier sombra de duda o temor en mi corazón, y que tu gracia sea mi sostén en cada paso que dé. Ayúdame a ser consciente de tu presencia en cada momento, recordándome que nunca estoy solo, pues Tú siempre estás a mi lado.
Que mi vida sea un testimonio de tu amor y misericordia, reflejando la esperanza que encuentro en ti. Bendice, oh Señor, a aquellos que me rodean, y utiliza mi vida para ser un canal de tu bendición en este mundo.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.